A menudo es difícil diferencias una complexión invernal de una de verano, y lo mismo pasa con la primavera y el otoño. Para estar seguros, recordemos que las personas de invierno son generalmente morenas, mientras que las de verano suelen ser rubias naturales.
Por su parte, las de primavera en su mayoría tienen ojos claros, mientras que las otoñales se inclinan hacia los tonos oscuros en sus ojos.
Eligiendo la ropa adecuada
Las personas de invierno deben usar colores de ropa brillantes, lisos y claros. Blanco, negro, azul marino, rojo y rosa son colores que se combinan perfectamente con un tono de piel invernal. Si se opta por colores menos definidos, es preferible inclinarse por tonos fríos en vez de colores pastel. Evitar en lo posible los tonos suavizados como beige, naranja o dorado.
Los que entren en la categoría de verano, en cambio, sí deberían inclinarse hacia los colores pastel y los colores suaves o neutrales, de tonalidades rosas y azules. Lavanda, ciruela y azul oscuro le sientan de maravillas a las personas de verano, mientras que deberán mantenerse alejados del negro y el naranja.
Si su piel entra en la categoría otoñal, la ropa que elija deberá tener subtonos dorados, como los colores camello, beige, naranja, dorado y marrón oscuro. No darán un buen resultados los colores de la gama del azul, como por ejemplo el azul marino.
Finalmente, las personas de la categoría primavera pueden usar colores parecidos: beige, camello, amarillo dorado y marrón dorado. Pero nunca colores oscuros o apagados.
